Ayer iba a escribir algo, pero todavía estoy conmovido por lo que está pasando en Japón. Cuesta un poco ver tanto dolor y una catástrofe que se sigue agravando y no poder hacer nada, al menos en el corto plazo.
Por eso creo que lo mejor que podemos hacer es rezar, por toda la gente que está sufriendo por el desastre, y cuando vayan apareciendo medios para ayudar (seguramente la Cruz Roja y otros organismos abran canales para recibir donaciones) ver si podemos hacer un esfuerzo y aportar algo para ayudar.
Otra cosa que podemos hacer, es tomar conciencia de lo frágil que es nuestra vida, y de lo importante que es aprovechar el tiempo que tenemos en este mundo. Agradezcamos cada día de sol, cada comida, cada baño que nos podemos dar. Todas estas cosas son bendiciones que muchas veces damos por sentado. Amemos hoy, que mañana puede ser tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario