Me encanta el principio del año, porque es la época más fértil para los sueños. Todo está por delante, hay tiempo para hacer todo lo que nos planteemos. Arrancamos de nuevo desde foja cero, sin importar desde dónde vengamos.
Una única sugerencia para este comienzo: los sueños, sin un plan para alcanzarlos, serán siempre sueños. La clave para hacerlos realidad está en armar planes, por más que sean de largo plazo, para llevarlos a cabo.
Si no planificamos cómo alcanzar nuestros sueños, se pueden convertir en nuestros peores enemigos: en frustraciones que cargamos en nuestra mochila que nos hacen suspirar y dificultan nuestro andar.
El plan nos ayuda a ponernos en camino. Si vamos en camino, por más que la meta sea lejana, los días se llevan mejor. Y tenemos todo el año por delante, así que mejor que no arranquemos caminando pesado.
Seamos, más que soñadores, hacedores de sueños.
Buen lunes.
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