Hoy comienza para los católicos la Semana Santa, para los judíos el Pésaj, y para el resto del mundo, una semana laboral más corta. Sin duda, es una excelente ocasión para los católicos y judíos para rezar, reflexionar, conmemorar y acercarse a Dios, de la manera en que lo conciban. También es una excelente ocasión para los demás para unirse a este espíritu de reflexión.
Nadie puede desconocer que el mundo en el que hoy vivimos dista de lo que querríamos como un mundo ideal. Hay guerras, hay hambre, hay pobreza, hay intolerancia, y podemos seguir enumerando aspectos negativos... pero prefiero detenerme aquí, para no desviarme del punto central de este post: el mundo podría estar mejor, si todos los habitantes de este mundo realmente lográramos conectarnos con Dios de la manera en que lo conocemos, o con los valores primordiales que enseñan todas la religiones: amor, paz, respeto. Que creo que también son universales, incluso para los agnósticos y ateos. No conozco a nadie que esté en desacuerdo con esto.
Si todos los judíos fueran mejores judíos y todos los católicos fuéramos mejores católicos y todos los demás fueran mejores personas, podríamos hacer del mundo un lugar mejor. Se trata sólo de llevar a la vida todos esos valores que enunciamos, que nos enseñaron y en los que creemos.
Entonces, aprovechemos esta semana corta y los feriados para acercarnos a Dios, y a poner en práctica sus enseñanzas o para reflexionar y poner en práctica estos principios básicos que nos ayudarán a hacer un mundo mejor. Puede haber otros, pero si logramos mejorar en estos tres aspectos (amor, paz y respeto), ya será un gran avance. Con eso me conformo.
Tenemos varios días libres para pensar de qué manera los podemos bajar a nuestro día a día. Esa es la tarea para esta semana. Empecemos a hacerla.
Feliz Pascua, Pésaj o feriados, según corresponda.
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