lunes, 26 de diciembre de 2011

Dejar atrás para avanzar

Se va la última semana del año. Antes de que termine, los invito a mirar hacia atrás, y a ver qué estuvo bien, y qué fue lo que faltó. No se mortifiquen por lo que no salió bien. Recuerden que esto es un aprendizaje. Simplemente aprovechen para mejorarlo el año que viene. Y lo que se hizo bien, procuren repetirlo. Dénse crédito por esas pequeñas victorias que lograron este año y permítanse festejarlas cuando hagan el brindis de fin de año.

Y una vez que se hayan perdonado por aquello que no les salió bien, también perdónenselo a los demás. Tomen el ejemplo de San Esteban, que hoy es su día, que en la hora de su muerte, perdonó a quienes lo estaban matando, porque no sabían lo que hacían. Obviamente no estoy diciendo que se dejen matar, simplemente que tengan compasión por quienes los lastimaron, que probablemente no eran concientes del tamaño del daño que les estaban generando.

La mejor manera de arranzar el año es sin rencores, que simplemente nos atrapan en el pasado y no nos permiten avanzar. Si queremos progresar, no nos podemos atar a historias viejas. Hay que desatar para liberarse y avanzar.

¡Felicidades!
¡Que tengan un gran comienzo de 2012!

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