este fin de semana vi una película cómica, muy simple, pero a la vez, que cumplía perfectamente con su fin, que era generar risa. A veces las películas cómicas son tildadas de "huecas" y son criticadas por no dejar un mensaje o un aprendizaje.
Lo que no tienen en cuenta los que emiten estas opiniones es que el fin de la película cómica es otro: simplemente divertir, generar un momento distendido y descontracturado, disparar la carcajada. Por más que algunos puedan pensar que esto no tiene ningún valor, hoy quiero reivindicar la importancia del humor en nuestras vidas. La risa es un gran medicamento para muchos males. Sobre todo para los males del alma. Logra cortar el ensimismamiento y, si logramos reirnos de nosotros mismos, nos hace darnos cuenta de que no somos tan importantes. No nos tenemos que tomar tan en serio.
Por eso, para generar ese golpe que puede cambiar nuestro estado de ánimo, les dejo un par de chistes. Son sencillos, tal vez algo tontos, pero simpáticos. Y si algunos los hace esbozar una sonrisa, cuéntenselo a alguien, para compartir ese cambiador de ánimo que es la risa.
Espero que les gusten y que tengan una buena semana.
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Este se entiende en Argentina y Chile, y no sé si en otros países, pero aquí va:
Un huevito se encuentra con un tomatito que viene con una sonrisa de oreja a oreja. El huevito le pregunta qué es lo que lo tiene tan contento al tomatito. Y éste le responde: "Es que me dí cuenta de que cuando crezca voy a ser un tomatón"... y el huevito se fue llorando.
Para los que les gusta el fútbol argentino:
Primer acto: Diego está jugando al ajedrez, y le comen un peón.
Segundo acto: Diego está jugando al ajedrez, y le comen un caballo.
Tercer acto: Diego está jugando al ajedrez, y le comen un alfil.
¿Cómo se llama la obra?
¡¡¡Diego!!! ¡¡¡Latorre!!!
Este se va a entender en Argentina:
Van dos lavandinas caminando por la calle. De repente, una cae a un pozo y le grita a la otra: ¡Ayudín! ¡Ayudín!
Va un señor a ver a su médico y le dice: "Doctor, doctor, estoy muy preocupado, tengo todo el cuerpo cubierto de pelo. ¡Por favor, dígame qué padezco!" Y el doctor le responde: "Padece un ozito"
Un hombre está en una fiesta y se encuentra con un amigo que le dice muy preocupado: "Dejé el whisky". El primero lo felicita por su logro, y el otro le contesta: "No sé por qué me felicitás, pero si ves dónde dejé el vaso, por favor avisame."
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